Basada en la novela de Tomás Salvador, Cuerda de Presos relata la aventura que, una pareja de la Guardia Civil de Murias de Paredes, vive en uno de sus servicios de conducción de presos en 1890. Han de llevar al reo, conocido como "El Sacamantecas", desde los montes leoneses hasta Vitoria.

La obra fue el primer "éxito" del que, hasta el momento, se había dedicado a escribir guiones. La taquilla no le respetó, y si los datos encontrados en internet son verídicos, unos 110 espectadores pagaron un total de alrededor de 44 euros actuales, redondeando hacia arriba.
Sin embargo, para los años 50 es una película innovadora y arriesgada en cuanto a planifiación. Numerosos y bien empleados planos subjetivos. Planos contrapicados que rompen con la monotonía visual a la que nos tenía acostumbrado el cine español. Y una pequeña isla en forma de secuencia dinámica, o picada en su montaje, de planos detalles, que transmite a la perfección la tensión del momento.
En resumen, para nosotros, la adaptación de Pedro Lazaga no es buena, como tampoco lo son la iluminación de los decorados. Sin embargo la planificación es correcta y, sin duda, hay que ver la película por los primeros minutos, los de Riaño.
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